Queridos Alumnos Catequistas,
a todos vosotros el saludo mío con fraternal afecto junto con el Consejero General Piero Roggero con él nos quedaremos algunos días con vosotros en Arequipa.
Os traigo también un saludo particular de parte del Presidente General Leonardo Rollino quien lleva muy en el corazón a cada uno de vosotros: bien sea a los que conoce personalmente como también a aquellos que todavía no conoce.
Vosotros sois el futuro de la Unión en Arequipa , vosotros sois la esperanza de un mundo nuevo, los "Centinelas de la mañana" según la conocida definición de los jóvenes dada por Juán Pablo Segundo.
Os estáis formando, queridos, para ser Catequistas pues habéis escogido llegar a ser testigos del amor de Jesús en el mundo; en realidad no sois vosotros que habéis escogido de llegar a ser sus testigos, sine que es El quien os ha escogido para haceros sus colaboradores especiales y asi vuestra vida, aún en medio de los inevitables sufrimientos sea llena de luz y de gozo.
Vuestra respuesta no es más que una respuesta a su llamada.
Desde el vientre materno el Señor os ha escogido, y nos ha escogido para que fueramos en el mundo para transformarlo desde dentro.
Debemos decirles a todos, con la vida y con las palabras, que Diós ama a los hombres.
Este anuncio puede parecer supérfluo y obvio, pero en realidad no es así: sen muchos los que no saben que Diós nos ama hasta el don de su vida per nosotros y entre aquellos que deberían saberlo porque han crecido en un contesto Cristiano, muchas no pratican alejándose de la Iglesia de Diós y esto engendra sospechas y se puede llegar a pensar que Dios se desinteresa de los hombres.
Pero el hecho es que Jesús dio su vida por nosotros.
Toda su vida ha sido un don para nosotros, un don muchas veces marcado por el descuido, el menosprecio y las ostilidades de sus adversarios hasta llegar al tremendo suplicio de la cruz.
Jesucristo a quien contemplamos en la gloria del Cielo es el mismo Jesucristo resucitado cuyas llagas abiertas atestiguan para toda la eternidad su amor hacia nosotros.
Nuestro venerado fundador, el Hermano Teedoreto, aun en medio de las muchas actividades de cada día, nunca descuidaba el de sumergirse en Diós a quien hallaba diariamente en la Eucaristía, en la contemplación de las llagas sangrantes y gloriosas del Señor, y en los hermanos en quienes veía a Jesús.
Busquemos de no descuidar jamàs el encuentro diario personal con Jesús aunque; sea un encuentro breve si no disponemos de más tiempo.
Esto nos permitirá entrar en una siempre más profunda intimidad con El, habitar en El para llegar a ser transformados según su corazón.
Jesús tiene necesidad de muchos Catequistas, pero necesita Catequistas santos porque ha escogido el de cambiar el mundo per medio de ellos.
Poder servir al Señor es un grande honor y una gran oportunidad de crecimiento, porque los primeros en ser servidos somos en realidad nosotros mismo" que El modela por medio de su Espíritu.
Al mismo tiempo, junto con una creciente intimidad con el Señor, el Catequista deberá prepararse profesionalmente para ser creíble entre los hermanos y servir les mejor.
No siempre el Catequista tendrá a su alrededor un grupo de catequzandos a los cuales enseñarla el catequismo, muchas veces él ejercerá la misión de catequista en la vida a contacto con sus hermanos; hablará de Jesús con el testimonio de su vida; muchas veces sin hablar se lo comunicará por contagio.
Con el testimonio de su amor a Jesús y con su humildad San Francisco solía hablar de Jesús; algunas veces él iba por la ciudad; sin decir nada, pero con grande humildad y con el corazón sumergido en Dios tan profundamente que se hacia trasparencia de El ... y la gente se convertía ...
El Catequista para ser el eco de la enseñanza de Jesús, su especifica misión, debe ante todo conocerle.
Pues no se puede amar a quien no se conoce: es absolutamente necesario profundizar en el conocimiento de Jesús y de su mensaje, pero sólo conocerle no basta, aunque esto ya sea un primer paso importante; es necesario que esto desemboque en un compartir nuestra vida con El.
Si seremos dóciles a la acción del Espíritu Santo efuso sobre nosotros de una manera particular en el sacramento del Bautismo y de la Confirmación, será El quien nos trasformará siempre más perfectamente en hijos de Dios, sus discípulos, sus Catequistas.
Este trabajo de cincel para reproducir en nosotros, a Jesús es una obra que sólo el Espíritu Santo logra cumplir y lo hará sólo y en proporción de nuestra docilidad.
Los discípulos de Jesús serán sus verdaderos discípulos en la medida que tendrán sus mismos sentimientos, es decir si llegarán a ser "la mano, la mente y el corazón de Jesucristo".
En el ejercicio de la adoración de las sacratísimas llagas del Señor, pidámosle la gracia de una total y perfecta docilidad al Espíritu para que pueda hacer en nosotros todo, siempre y en todas partes su voluntad en la cual nuestra vida hallará su plenitud y un día lo podremos contemplar cara a cara con los ángeles y los santos en el Cielo junto a todos los hermanos que habremos llevado al Señor para ser salvados.
Este es el augurio que os hacemos para que Jesús viva siempre en nuestros corazones y en el corazón de nuestros hermanos.