El Catequista |
1. El H. Teodoreto, con el deseo de corresponder a las solicitaciones de sus Superiores en el sentido de promover iniciativas que favorecieran la perseverancia en la vida cristiana, particularmente de los alumnos y de los exalumnos de las Escuelas Cristianas, iluminado por Dios a través de Fray Leopoldo María Musso o.f.m. y animado por sus Superiores, fue conducido a fundar, en un proceso de etapas sucesivas y con la intervención del Arzobispo de Turín, el Instituto Secular de la "Unión de Catequistas del Santísimo Crucifijo y de María Inmaculada".
2. Los miembros de la Unión respondiendo a una llamada interior del Espíritu Santo, atraídos por el amor del Crucificado Resucitado plenamente manifestado en sus Llagas sangrientas y gloriosas, se han reunido, con la protección de la Virgen Inmaculada, para presentar con espíritu de reparación, a los hombres de su tiempo, la triunfante potencia del amor misericordioso del Señor Crucificado glorioso, su universal atracción salvífica sobre el mundo, sobre la historia, sobre la vida cotidiana y secular:
3. Los miembros de la Unión trabajan para que la Cruz de Cristo se manifieste como trono de gloria, fuente de perdón y de vida, de reconciliación y de renovación universal, suprema manifestación de la realeza del Señor.
22. El Señor Jesús, en su misterio de muerte y resurrección, por la vida del mundo, es el centro de la misión de los miembros de la Unión.