El Crucifijo es un libro abierto

N° 14 - Febrero 2002

Queridos amigos,

el 13 de Febrero empezamos la Cuaresma, cuarenta días que nos preparan a la Semana Santa.

En este periodo volvemos nuestra mirada en particular a Jesucristo, y si nos encontramos en lugares donde no están Crucifijos, podemos volver a Él nuestro pensamiento y nuestro corazón, buscando en Él fuerza y alivio en nuestras dificultades.

Y cuando vemos injusticias y falsidades, pensemos también en María Santísima y a su presencia silenciosa junto al Redentor.

El Crucifijo es un libro abierto

Jesús, en la Cruz, ha llevado sobre sí nuestros pecados, nos salva y nos libera de ellos, sufre por nosotros las consecuencias del pecado y nos pide que hagamos lo posible para llevar las almas a Él y para sufrir con Él por todos los que, por el contrario, lo rechazan.

¿Cómo es posible no amar a la hermosa imagen del Crucifijo?

Todos los grandes santos siempre han tenido sobre su mesa o en su dormitorio un Crucifijo, y siempre han intentado llevar esta imagen dondequiera.

La imagen del Crucifijo habla a todos.

Habla de fe: "Yo soy tu Dios. Tienes que adorar sólo a Mí".

Habla de esperanza: cualquier pecado que hubiéramos cometido, Jesús lo sufrió sobre la Cruz..

Tenemos sólo que pentir y confesarnos.

Habla de caridad: Jesús es un ejemplo para que aprendemos a amar a todos y no odiar a nadie, ni siquiera a los que nos hacen mal.

Habla de mansuetud: es suficiente mirar al Crucifijo para aprender a soportar cualquier persona molesta ( instrumento para nuestra santificación ).

Habla de paciencia: "Quien quiere venir conmigo, tome su Cruz y me siga".

Habla de temperancia: en los días de ayuno o de abstinencia de la carne, si somos tentados a dar poca importancia a estos actos, miremos al Crucifijo: los labios rotos, la lengua seca…

Habla de humildad: en un mundo en que todos quieren vencer, en donde los poderosos parecen felices, el Crucifijo nos dice que debemos humillar nuestro yo, reconocer que somos nada, meditar el misterio de Dios que "humilló si mismo, haciéndose obediente hasta su muerte, su muerte en la Cruz".

La imagen del Crucifijo habla a todos.

Habla a los estudiantes, a los estudiosos y a los científicos: la cabeza de Jesús fue pegada, herida por la corona de espinas, torturada por el sol, para eliminar los pecados de nuestra mente, por primero la soberbia, cuando no admitimos que todo nuestro saber llega de Dios.

Habla a los novios y a los casados que sufren por una separación: Jesús, en la cruz, muestra todo su amor para nosotros y espera que nosotros lo correspondemos.

Desde la cruz Jesús nos dice: "Yo estoy aquí esperándote, hazme compañía".

A menudo decía a Fray Leopoldo: "Ven a consolarme", "Dime algo que me consuele" ( 25.09.08 ).

"Quédate siempre cerca de mi Corazón; ¡ámame mucho, a cambio de millón de almas bautizadas que no se preocupan de decirme gracias!" ( 7.10.08 ).

Habla a los políticos, a los dirigentes, a los padres, a los obreros: a todos.

El Crucifijo es un libro abierto que puede ser leído también por los analfabetos, por gente de cada idioma y de cada cultura. Jesús desde la Cruz nos dice: "Yo estoy junto a tí. Yo soy tu amigo.

¡Yo te quiero y he dado mi vida por tí!".

¡Nuestro deseo más grande es que Jesús Crucificado sea conocido y amado por todos!

M.B

Jesús nos espera para abrazarnos

Ah, si los pecadores sabieran
lo que está escondido en Jesús Crucificado:
… nos espera para abrazarnos, para darnos un beso de paz,
para llamarnos hermanos,
hablando un idioma todo de paraíso,
de pecadores nos transforma y nos vuelve ángeles,
en fin trae el espíritu a sentimiento de serafín,
vuelve el alma así hermosa,
que la mente del hombre es demasiado pequeña para comprender.

( Fra Leopoldo, 12 octubre 1906 )